Writen by
Hilda Strauss
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Los sueños
son proyecciones mentales en la cuarta dimensión o plano astral, son una
escenografía falsa que la mente crea todas las noches, imágenes que reflejan
las impresiones cotidianas, las ansiedades y el ego de cada persona.
El cuerpo astral
vaga dormido en esa escena irreal, en donde se recrean los deseos, las
insatisfacciones, las impresiones, las experiencias impactantes y los sueños de
los defectos. Un oficinista soñará con su escritorio y sus labores, un operario
con sus máquinas cotidianas, un adolescente con sus anhelos sensoriales, un
estudiante con exámenes o labores, y un niño tiende a proyectar el miedo de la
desaparición de sus padres, por eso, encontramos a muchos que sueñan con la
muerte de sus progenitores.
También
existen los sueños oníricos o proféticos, casos en los que registramos algo que
sucederá en el futuro, bueno o malo, advertencias, premoniciones, enseñanzas de
gente que nunca hemos visto y encuentros con personas cercanas. Son hechos
normales que siempre nos han comentado y en los que seguramente hemos sido
protagonistas.
Los maestros
de la dimensión del tiempo conocen su relatividad y la del espacio en las
dimensiones superiores. Ellos conocen nuestra misión y pueden leer nuestro
pasado y parte de nuestro futuro en nuestra memoria akásica. Es en estos
momentos en los que muchos maestros tratan de advertirnos sucesos, de
comunicarnos enseñanzas, todo a través de simbologías. Pero, debemos estar muy
precavidos para así entender esta sagrada instrucción y no confundirla con las
imágenes que nos fabrica la mente en los sueños.
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