Writen by
Hilda Strauss
17:19
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En el 2012
hubo un gran auge y un miedo generalizado frente a la posibilidad del fin del
mundo, el 21 de diciembre de ese año.
La Nasa se
vio en serios aprietos, pues tuvo que lidiar con el temor desmedido de las
masas y con una verdadera avalancha de consultas y dudas que llegaban
inusitadamente a la organización. Por eso, debió generar portales de respuesta,
sistemas de ‘call center’ y difundir comunicados de prensa y entrevistas de
gran escala para explicar el escándalo.
Se
encontraba, además, en una desventaja enorme, pues es sabido que la Nasa en
muchas ocasiones ha ocultado información o descubrimientos al público, ha
postergado anuncios trascendentales y, en su momento, quedó como el “pastorcito
mentiroso”, la muy famosa fábula que escribió el griego Esopo hace 2500 años.
Tanta era la
urgencia y la alteración de la sociedad, que le tocó generar comunicados de
prensa con mensajes como: “La Agencia Espacial Aeronáutica de Estados Unidos de
América informa que el mundo no se acabará el 21 de diciembre del año 2012” y
salir a explicar al público que ningún planeta gigante se acercaba para
“succionar las almas de la Tierra, igual que lo hiciera una chupa”.
Esto puede
sonar absurdo, pero era absolutamente necesario: las páginas web que anunciaban
el fin del mundo se habían multiplicado exponencialmente y aparecieron miles de
personas que se aprovechaban de la ignorancia de la gente para generar miedo y
negocios usurpadores y horribles.
En su
momento, la Nasa tuvo que explicar el fenómeno de las llamaradas del Sol y la
posible existencia de un planeta gigante adicional, al que llamaron Tycho, y
que los amarillistas aprovecharon para crear un apocalipsis.
Hoy podemos
afirmar que, efectivamente, el mundo no terminó en el 2012 y que a la Tierra le
quedan muchísimos años por delante.
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