Writen by
Hilda Strauss
15:31
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Es creciente el interés de la humanidad por la vida natural, la
alimentación integral, las terapias naturales, el naturismo, el crudismo y las
medicinas alternativas y holísticas. Lo vemos en todas las generaciones, que
buscan, por salud o por iniciativa propia, una vida más saludable. “Orgánico”
es el término que está de moda.
El ser humano está tomando conciencia de su entorno, de la ecología y de
la magia de la naturaleza, lo que es maravilloso, pero este interés está amarrado
también a mucha desinformación sobre el tema, y algunos se aprovechan de esta.
Vemos que existen muchos cuentos y productos naturales “milagrosos” que curan
todos los males, pero que realmente son falsedades que recomiendan personas que
no saben, que lo hacen de mala voluntad y que sacan partido de los pacientes
incrédulos. Debemos tener mucho cuidado con esto, porque, a pesar de que las
plantas tienen innumerables beneficios para nuestro organismo, también pueden
ser dañinas. Cada planta y cada una de sus partes deben ser estudiadas
profusamente y a conciencia, para evitar efectos secundarios no deseados.
En los últimos tiempos se han realizado estudios muy serios acerca de
las plantas, de su actividad, de su inocuidad o su nocividad, de sus efectos
secundarios, de sus incompatibilidades, de sus principios activos, etc.,
llegando a una conclusión justa: son organismos activos y benéficos desde el
punto de vista terapéutico, pero deben ser tenidas en cuenta como sustancias
poderosas que exigen estudio y tratamiento profesional en su recomendación e
indicación. Por eso, debemos estar alerta frente a quién nos recomienda un
producto, si hay una sustentación científica de base y si existen otros
estudios con los que nos podamos cerciorar al respecto. No dejemos que gente
deshonesta abuse del desconocimiento y recomiende un producto que, en vez de
sanar, lleve a empeorar el malestar.
Muchos de los medicamentos que conocemos fueron extraídos inicialmente
de plantas, y pasaron por largos procesos de síntesis y semisíntesis para
llegar a lo que son. Las plantas son muy activas y poderosas, por lo que deben
manejarse con precaución. Así mismo, se debe entender que son una entidad
biológica: no es lo mismo la hoja que la flor, el tallo que el rizoma; que no
tienen los mismos principios activos ni en la misma concentración. La
manzanilla olorosa, por ejemplo, solo es benéfica en la flor, lo demás no
sirve. Caso opuesto ocurre con la manzanilla matricaria, de esta planta sí se
pueden utilizar hoja y flor. Así son todas las plantas, tienen su parte
específica y benéfica.
Podemos, entonces, decir que las plantas, en partes determinadas, son
maravillosas para nuestra salud y balance general, pero su conocimiento es tan
extenso y profundo, que aún falta investigación rigurosa para identificarlas y
explotarlas al máximo.
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