Writen by
Hilda Strauss
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La historia de
Egipto es increíble y extensa; los reinados de sus faraones fueron
maravillosos, llenos de prosperidad. Pero el tiempo de estos soberanos pasó y su
imperio se vio invadido por varias culturas y pueblos, perdiendo así la
soberanía sobre las tierras. Primero fue colonizado por los griegos, los
romanos y los persas, para luego pasar a manos de árabes y otomanos, y en
siglos recientes por franceses y británicos.
Hace ya
varias décadas, a mediados de 1950, se destapó en El Cairo un escándalo
mayúsculo: altos funcionarios, delegados del Imperio británico en Egipto,
querían quemar un papiro antiquísimo, escrito aproximadamente doscientos años
antes de Cristo. El embajador de esa época, el conde de Cromer, asustado por
los contenidos, lo mandó a destruir por completo. Sus órdenes decían: “Que no
quede ni una pulgada sin quemar”
¿Qué podría
estar escrito en el papiro?, ¿qué contendría para generar tanto temor en el Gobierno
británico?
El papiro
hablaba del poder de Egipto y de las almas tutelares de las tierras de las
pirámides. En él había una profecía que decía que algunos seres celestiales
habían decidido abandonar de forma indefinida el territorio de Egipto porque
estaban disgustados por la inconciencia y por la falta de luz del pueblo; que,
a partir del abandono de los seres celestiales, Egipto estaría en manos de
extranjeros. Pero también aseguraba que estos seres regresarían, y mostraba
claras señales para poder identificar su regreso. Profesaba el escrito que los
seres celestiales se irían con la partida de los ibis (unas aves del Nilo) y
también desaparecerían las cañas de papiro y los lotos. En efecto, esto ocurrió
con las primeras invasiones persas y romanas.
Para angustia
de los ingleses, en 1951 y 1952, bandadas gigantescas de ibis retornaron a
Luxor y también aparecieron cañas de papiro y volvieron a florecer los lotos.
Entonces, en
medio de la guerra y el caos que asediaba a Egipto, el Gobierno fue retomado
por sus compatriotas y el poder volvió a manos egipcias. De nada sirvió la
quema del papiro que ordenó lord Cromer, pues en ese año los británicos
abandonaron Egipto permanentemente.
¿Sería este
el retorno de los seres celestiales?
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