Writen by
Hilda Strauss
12:03
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En sus
inicios, la práctica de momificación tenía un significado mucho más profundo del
que los científicos han podido identificar.
Cuando se
marcharon los líderes del espacio, los cuerpos adaptados a nuestro planeta Tierra
querían que la vida fuera tan prolongada como la de ellos. Incluso, en un
principio, de la mezcla de los terrestres adaptados y los seres de luz que
llegaban en naves desde del cielo nacieron individuos con una vida mucho más
prolongada, pero, desafortunadamente, esta característica se fue degenerando
con el pasar de los siglos.
Una tradición
importante que denota la existencia de los seres de luz, era la tarea de
deformar los cráneos de los muertos tratando de imitar las cabezas más grandes de
estos seres superiores.
Las
civilizaciones antiquísimas de las que hemos hablado, contaban con el
conocimiento de la memoria del ADN celular, pero también sabían de la
información contenida en las estructuras más pequeñas que nuestra sociedad aún
no ha descubierto. Estas estructuras tienen relación con los puentes de
hidrógeno del ADN y en ellos se encuentra la historia de la construcción del
cuerpo y la unión con otros cuerpos sutiles. En este sentido, la momificación
se utilizaba no solo para preservar la “vida”, sino también para guardar el
“banco” de memoria de la gran mezcla de los seres llegados de las estrellas con
los seres terrestres.
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