Writen by
Hilda Strauss
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Hace ya
varias décadas, dos científicos rusos, Davidovich y Valentina Kirlian,
inventaron un elemento maravilloso, una máquina que hasta hoy hace parte de
nuestro diario vivir: la cámara. En la actualidad, se le han hecho gran cantidad
de estudios y experimentos, muchos de los cuales no han salido a la luz, pues
han dado pie a resultados y teorías inesperados.
La cámara de
Kirlian, al contrario de muchas otras, no tiene negativo, sino que, una vez se toma
la fotografía, la cámara aplica una alta tensión eléctrica directamente sobre
el papel fotográfico sensible y el revelado queda de una vez en este.
Gracias a
este funcionamiento, las fotografías resultantes no solo son bellas, sino que
revelan ciertos elementos que a plena vista no son evidentes y, por lo tanto,
han sido desde su momento un motivo de escándalo y escepticismo.
Muchos han
dicho que revela estados del cuerpo y el alma, otros, que revela la evolución,
otros más, creen que es mentira. Pero algo de verdad sí revelan las fotografías
de la cámara Kirlian: en este tipo de fotos se observa que los objetos
inanimados emanan un resplandor pequeño, ordenado y constante, y que los seres
vivos emiten un resplandor algo desordenado, más grande, con destellos en
grupos y con ciertos detalles que dan la idea de aura, o al menos de parte de
ella.
Muchos
piensan que ese resplandor de las fotografías Kirlian, llamado también “efecto
Kirlian”, es el aura, pero no es así, es apenas una minúscula parte de esta.
Ese pequeño halo luminoso es la evidencia de la emanación energética de todos
los objetos, entendiendo que el aura real es mucho más grande y con más
elementos.
Por lo
anterior, se le ha dado a la cámara Kirlian características y funciones que no
posee, son observaciones en las que han faltado la objetividad y el rigor
científico; pero tampoco se puede afirmar que no revelan nada. En las
fotografías, esta cámara imprime en el papel algo más que el aura térmica, es,
sin duda, un resultado espectacular y real.
En la
actualidad, basados en el efecto Kirlian y otras investigaciones, se ha llegado
a teorías magníficas, como el flujo energético constante que emana el cuerpo: la
teoría del bioplasma, concepto altamente estudiado por grandes científicos,
como el doctor Víctor Inyushin de la Universidad de Kazajistán. Él ha estudiado
el campo de energía humana y dice que alrededor existe un campo de bioplasma
energético, en estado iónico permanente; un estado distinto a los que conocemos
de la materia.
Este doctor
ha sugerido que el bioplasma energético puede ser un quinto estado de la materia,
y lo ha dicho porque ha encontrado que los cuerpos emanan o despiden constantemente
partículas energéticas.
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