Writen by
Hilda Strauss
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La Virgen del
Carmen es uno de los muchos nombres de la Divina Madre, quien ha sido
mencionada en diversas culturas y religiones. Puede que aparezca con nombres
distintos, pero es la misma María, Maya o Maía, Isoberta, Isis, Rada o Myriam
en antiguo hebreo.
La devoción a
la Virgen del Carmen nació novecientos años antes del nacimiento de Jesucristo,
cuando el profeta Elías, en una visión, supo con claridad que el salvador del
mundo nacería de una princesa inmaculada, una mujer sabia, de gran evolución y
altura espiritual. Desde ese momento, los discípulos de Elías esperaron con
ansias el acontecimiento. Novecientos años después, aparecería la Virgen, quien
vivió parte de su vida en el monte de la profecía, el monte Carmelo. De aquí surgió
el nombre de Virgen del Carmen.
Trece siglos
después, en Europa, la Virgen volvió a presentarse, esta vez, ante San Simón
Stock, a quien le prometió que protegería a los monjes del escapulario. Por
eso, la devoción a la Virgen del monte Carmelo tomó aun más fuerza. Santa
Teresa de Jesús también se inspiró en esta devoción para la fundación de la
Orden de las Carmelitas Descalzas y lo mismo hizo San Juan de la Cruz. Hoy,
celebramos el Día de la Virgen del Carmen el 16 de julio, por la fecha en que
la Virgen tuvo su aparición frente a San Simón Stock .
La túnica
verdadera de la Virgen es color marrón, por esta razón, tanto Santa Teresa como
San Francisco la asociaron con la obediencia, la pobreza y la humildad.
Durante los
siguientes siglos, miles de monjes y monjas han entendido desde el corazón la
importancia de la Virgen y de tener viva su trascendencia, pues entienden que
su presencia crea una corriente de devoción con la que se logra mantener la
imagen de la mujer, con toda su fuerza y espiritualidad.
En muchas
culturas se ha hablado de esta figura tan maravillosa. En el antiguo México,
entre los mayas yucatecos apareció la imagen de la Bendita Madre, que
representa la fuerza espiritual y se la conoce como Tonantzin. Esta madre
cuenta con dos estelas cuadradas en el pecho, muy similares al escapulario que
conocemos. En los mitos de Grecia e Italia se habla de Cibeles o Rea, la
energía de la Tierra, es la naturaleza y la energía del planeta.
La Madre
siempre ha sido asociada con las fuerzas elementales de la naturaleza, con las
fuerzas de la Tierra y las del cuerpo. Todos, como hijos de la Gran Madre,
debemos siempre respetar los diferentes nombres con que la han llamado. La
Madre es la misma, aunque esté mencionada con distintos nombres o en otras lenguas.
Su imagen es sagrada en cualquier parte.
Recordemos
que somos grandemente ignorantes, por lo que debemos siempre reflexionar antes
de denominar algo como satánico.
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